Al principio estaba un poco nervioso, escuché diversas historias de gatos. Pero al llegar a la clínica, me di cuenta de que estaba en manos de profesionales. Los médicos bromeaban y hablaban conmigo en 'gatuno'. La castración
fue rápida y sin dolor, ni siquiera tuve tiempo de contarles mis chistes. Gracias a estos especialistas, ahora estoy listo para nuevas aventuras. ¡Gracias por el cuidado y la habilidad para hacer la vida de los gatos aún mejor! Puedes leer la reseña de la dueña en
Google